Referirnos hoy en día a Tecnología, implica una serie de procesos de innovación, reconstrucción y análisis, alrededor de la sociedad en la que actualmente vivimos, y de aquellas que no se posicionan competitivamente sino tienen el mínimo de conocimientos de las tecnologías, no remitiéndonos solamente al uso y manejo de uno de los aparatos tecnológicos como el computador, sino a todas aquellas mediaciones tecnológicas que como se expone el documento, “son un universo tecnológico que configura sociedades, entendidas éstas como aparatos colectivos de subjetivación”.
Es allí donde se hace necesario entender el término mediación, y todas sus implicaciones, entendiendo que las TIC lleva a nuevos modos de percepción y de lenguaje, nuevas formas de asimilar y de transmitir, a una cultura en la cual debemos estar e innovar, dada la velocidad en que se renueva y se avanza en términos tecnológicos. Esto lleva a que sea necesario que el lenguaje tecnológico no sea ajeno a ninguna persona, especialmente a los docentes, dado que el avance en nuestra labor docente, se ve reflejado cuando estamos en capacidad de transmitir y adecuar los conocimientos en un lenguaje tecnológico que es mejor desarrollado por los sujetos de conocimiento que por el mismo docente.
Entender que la competitividad hoy en día se mide por los avances tecnológicos, el acceso que se tenga a estos y la apropiación que hagamos de los mismos, es imposible sino analizamos y evaluamos las implicaciones que tiene hoy en día no tener acceso al universo tecnológico, como lleva a nuevas formas de pensar, de adquirir conocimientos, de imaginar y de comunicarse, y sobre lo cual debe reflexionar a diario no solamente el docente sino el estudiante, buscando tomar las mayores ventajas que se puedan extraer de todo esto, y de está manera, desarrollar la mayor creatividad posible en beneficio de la competitividad y desarrollo de los países de los cuáles se habla hoy más que nunca, dado la globalización en la que nos encontramos inmersos.
Finalmente, la comunidad educativa en general se enfrenta a grandes retos, nuestro lenguaje hoy gira alrededor de competencias, estándares, currículo, mediación tecnológica, y muchos otros conceptos que aunque conocidos no son empleados eficazmente, lo que lleva a la preocupación acerca de la interiorización de los temas en torno a nuestras practicas docentes, y de está manera vemos como se avanza por conseguir calidad educativa, pero no en como ajustarlo en un contexto social, lo que lleva a que el concepto de calidad educativa se vea reducido a cobertura, sin importar en que condiciones se brinde, y recurrimos a categorizar la educación como servicio, al cual tiene acceso quien tenga las condiciones económicas para adherirse al sistema educativo. Esto sin dejar a un lado que las instituciones son categorizadas por resultados y prácticas educativas realizadas y dadas a conocer.
viernes, 23 de mayo de 2008
lunes, 19 de mayo de 2008
Concepciones de ciencias naturales en estudiantes del Colegio Hermann Gmeinner SOS
Conocer las concepciones de Ciencias Naturales en Docentes, Estudiantes y las que se encuentran o vislumbran en los textos escolares han sido en los últimos años, objeto de estudio de la didáctica, con el fin de profundizar y consolidar la importancia de superar las visiones reduccionistas de las Ciencias Naturales, en donde se debe avanzar a visiones de ciencias como próximas a la investigación científica, integrando aspectos conceptuales, procedímentales y actitudínales, partiendo de lo planteado en los lineamientos de Ciencias Naturales como el mundo de la vida al mundo de las ideas, se hace importante a través de investigaciones conocer las concepciones de ciencias naturales de los estudiantes, que permitan evitar de manera significativa los bajos niveles de interés por esta asignatura, además de los bajos rendimientos en las pruebas de estado como las pruebas saber o Icfes, reflejado además por el poco interés en investigación de nuestros estudiantes.
Las diferentes investigaciones desarrolladas acerca de las ideas que tienen los docentes sobre ciencia, enseñanza y aprendizaje, muestran en un alto porcentaje, como en el ejercicio docente se refleja concepciones de ciencia adquiridas a través de una formación académica recibida en las instituciones educativas y que inevitablemente inciden no solo en el desempeño docente en su conducta en el aula y el ambiente de clase, sino también como lo manifiestan Lederman y Angulo influye en las concepciones que los estudiantes van incorporando en su estructura cognitiva.
Esto ha permitido que las reflexiones epistemológicas que realicen los docentes sobre su labor educativa con los estudiantes, sean de vital importancia para desarrollar currículos y propuestas metodológicas que tengan en cuenta estos aspectos. La importancia de conocer las concepciones de ciencias naturales, no solamente de los docentes sino de los estudiantes como "facilitador de los aprendizajes" en un contexto intercultural, a través de procesos de investigación que permiten que docentes y estudiantes manejen la información que necesitan, según sus intereses y conocimientos previos.
Carvalho (2007) al respecto nos dice que a pesar de la gran importancia de la ciencia en nuestra cultura, y del interés por la ciencia y la tecnología por parte de nuestra población, la ciencia que se enseña en las escuelas no refleja ninguno de sus aspectos en tanto que desarrollo humano, ni siquiera se despierta la curiosidad, todo lo contrario, la tradición de la enseñanza científica, ya sea en el curso básico, en la secundaria o en la universidad, obliga a los estudiantes a memorizar los conocimientos ya comprobados, que no se usan ni siquiera en las mismas clases de ciencias. Las experiencias cuando existen se reducen a una receta, el llamado método científico. Esto ha conllevado a lo largo del proceso educativo a que docentes y estudiante presenten concepciones de ciencia reduccionistas, descontextualizadas que poco aportan al desarrollo científico.
Los conocimientos científicos cada vez son más amplios y difícilmente serán almacenados en la memoria, esto conlleva a buscar una didáctica que permita al estudiante comprender las operaciones y principios implicados en una situación, que posibilite la creación de respuestas más convenientes y a la vez logre cambios conceptuales.
Varios trabajos (Gil et al., 1994; Petrucci y Dibar, 2001; Gutiérrez, 2004) señalan la relación existente entre las concepciones epistemológicas de los maestros de ciencias y las que desarrollan sus alumnos, es decir, la visión de éstos se ve afectada por la de los docentes. Algunos (Billeh y Malik, 1977; Rowell Cawthron, 1982; Abell y Smith, 1994) mencionan que los estudiantes tienen, de manera similar a sus profesores, una visión inductivista o realista de las ciencias; sin embargo otros trabajos, como el de Lederman (1992), plantean que las conductas instruccionales de los docentes influyen más sobre las creencias estudiantiles sobre la naturaleza de la ciencia, que las propias concepciones de los profesores.
Las concepciones de los profesores sobre la ciencia y el conocimiento científico son similares a las que mantienen los alumnos. Entre las concepciones inadecuadas de los profesores sobre la ciencia y el conocimiento científico, diversos autores destacan las siguientes [Gil, 1994a]; [Gustafson y Rowell, 1995]; [Gil, 1994]; [Gil y Martínez-Torregrosa, 1999]:
CONCEPCIONES DE CIENCIAS NATURALES
Visión empirista y ateórica: según la cual la evidencia experimental es la fuente fundamental del conocimiento científico. Una concepción que resalta el papel de la observación y de la experimentación "neutras" (no contaminadas por ideas apriorísticas), e incluso del puro azar, olvidando el papel esencial de las hipótesis como focalizadoras de la investigación y de los cuerpos coherentes de conocimientos (teorías) disponibles, que orientan todo el proceso.
Visión rígida: excesivamente algorítmica con una reducción de la investigación a una receta simplista con énfasis en los "métodos". Se presenta el "Método Científico" como un conjunto de etapas a seguir mecánicamente. Se resalta, por otra parte, lo que supone tratamiento cuantitativo, control riguroso, etc., olvidando -o, incluso, rechazando- todo lo que significa invención, creatividad, duda.
Visión aproblemática y ahistórica: no se relacionan los conceptos y principios científicos con los problemas que los originaron. Se transmiten conocimientos ya elaborados, sin mostrar cuáles fueron los problemas que generaron su construcción, cuál ha sido su evolución, las dificultades, etc., ni mucho menos aún, las limitaciones del conocimiento científico actual o las perspectivas abiertas
Visión acumulativa, lineal: no tiene en cuenta las crisis, remodelaciones y retrocesos por los cuáles pasan los conocimientos científicos, el desarrollo científico aparece como fruto de un crecimiento lineal, puramente acumulativo ignorando las crisis y las remodelaciones profundas, fruto de procesos complejos que no se dejan ahormar por ningún modelo definido de cambio científico
Visión exclusivamente analítica: resalta la necesaria parcelación inicial de los estudios, su carácter acotado, simplificatorio, pero que olvida los esfuerzos posteriores de unificación y de construcción de cuerpos coherentes de conocimientos cada vez más amplios, o, el tratamiento de problemas "puente" entre distintos campos de conocimiento que pueden llegar a unirse, como ha ocurrido tantas veces.
Visión individualista y elitista: Los conocimientos científicos aparecen como obra de genios aislados, ignorándose el papel del trabajo colectivo, de los intercambios entre equipos... En particular se deja creer que los resultados obtenidos por un sólo científico o equipo, pueden bastar para verificar o falsar una hipótesis o, incluso, toda una teoría.
Visión descontextualizada, socialmente neutra: Se olvidan las complejas relaciones entre ciencia, tecnología y sociedad (CTS) y se proporciona una imagen de los científicos como seres "por encima del bien y del mal", encerrados en torres de marfil y ajenos a las necesarias tomas de decisión
Cada una de las concepciones anteriormente mencionadas ha influido de manera significativa en nuestros estudiantes, llevando a que se proponga hoy en día llevarlos a cambios conceptuales que permitan aprendizajes significativos , y es donde las reflexiones epitesmológicas que realicen los docentes y que impliquen cambios en la actividad escolar son fundamentales.
Gallego y Gallego (2006), además nos resalta la importancia de ver la ciencia como una construcción de los seres humanos, para lo cual las consideraciones al interior del pensamiento didáctico, en el sentido de que la práctica científica lleva en sí una serie de intencionalidades que tocan con lo ético y que conducen a reflexionar sobre las consecuencias de lo que los científicos producen, por lo que la ciencia no puede seguir siendo vista bajo las concepciones anteriormente mencionadas por los estudiantes, dado la relevada importancia de los avances científicos y tecnológicos que tiene para la sociedad en general que se ve a diario inmersos en ellos.
Es por esto que concebir al profesor como un agente que toma decisiones, reflexiona, emite juicios, tiene creencias, actitudes, entre otras actividades ha sido fundamental para que además de reconocer al profesor como un profesional reflexivo e intelectual comprometido Perafán y Aduriz (2005) se contribuya al diseño de curriculos flexibles, reflexiones pedagógicas y prácticas pedagógicas acordes con la necesidad de concebir en los estudiantes una visión critica, reflexiva, en constante provocación y sujeta a cuestionamientos de la ciencia.
BIBLIOGRAFIA
Abell, S. y Smith D. (1994). “What is science?: Preservice elementary teachers’ conceptions of the nature of science”, International Journal of Science Education, 16 (4), 475-487.
Billeh, V. y Malik, M. (1977). “Development and application of a test on understanding the nature of science”, Science Education, 61, 559 -571.
Gallego, Patricia; Gallego, Romulo. (2006). Acerca de la Didáctica de las Ciencias de la Naturaleza. Una disciplina conceptual y metodológicamente bien fundamentada. Ed Magisterio. Bogotá.
Gil, D. et al. (1994). Formación del profesorado de las ciencias y las matemáticas: tendencias y experiencias innovadoras, Madrid: Editorial Popular.
Gil, D. (1994b) Diez años de investigación en Didáctica de las Ciencias. Realizaciones y perspectivas. Enseñanza de las Ciencias, 12, 154-164.
Gil, D.; Martínez-Torregrosa, J. (1999) ¿Cómo evaluar si se "hace" ciencia en el aula?. Alambique, 20, 17-27.
Gutiérrez, R. (2004). “La formación del profesorado. Incorporación del estudio de los sistemas de creencias básicas –epistemología y ontología– en su preparación integral”, en Ruiz y Primero (comps.), El campo de la formación docente en el posgrado en educación.
Gustafson, B.J.; Rowell, P.M. (1995) Elementary preservice teachers constructing conceptions about learning science, teaching science and the nature of science. International Journal of Science Education, 17, 589-605.
Perafan, Gerardo; Aduriz, Agustín. (2005). Pensamiento y Conocimiento de los Profesores. Debates y Perspectivas internacionales. Universidad Pedagógica Nacional.
Petrucci, D; Dibar, M. C. (2001). “Imagen de la ciencia en alumnos universitarios: una revisión y resultados”, Enseñanza de las Ciencias, 19 (2), 217-229.
Rowell, J. y Cawthron, E. (1982). “Images of science: and empirical study”, European Journal of Science Education, 4, 79-94.
Las diferentes investigaciones desarrolladas acerca de las ideas que tienen los docentes sobre ciencia, enseñanza y aprendizaje, muestran en un alto porcentaje, como en el ejercicio docente se refleja concepciones de ciencia adquiridas a través de una formación académica recibida en las instituciones educativas y que inevitablemente inciden no solo en el desempeño docente en su conducta en el aula y el ambiente de clase, sino también como lo manifiestan Lederman y Angulo influye en las concepciones que los estudiantes van incorporando en su estructura cognitiva.
Esto ha permitido que las reflexiones epistemológicas que realicen los docentes sobre su labor educativa con los estudiantes, sean de vital importancia para desarrollar currículos y propuestas metodológicas que tengan en cuenta estos aspectos. La importancia de conocer las concepciones de ciencias naturales, no solamente de los docentes sino de los estudiantes como "facilitador de los aprendizajes" en un contexto intercultural, a través de procesos de investigación que permiten que docentes y estudiantes manejen la información que necesitan, según sus intereses y conocimientos previos.
Carvalho (2007) al respecto nos dice que a pesar de la gran importancia de la ciencia en nuestra cultura, y del interés por la ciencia y la tecnología por parte de nuestra población, la ciencia que se enseña en las escuelas no refleja ninguno de sus aspectos en tanto que desarrollo humano, ni siquiera se despierta la curiosidad, todo lo contrario, la tradición de la enseñanza científica, ya sea en el curso básico, en la secundaria o en la universidad, obliga a los estudiantes a memorizar los conocimientos ya comprobados, que no se usan ni siquiera en las mismas clases de ciencias. Las experiencias cuando existen se reducen a una receta, el llamado método científico. Esto ha conllevado a lo largo del proceso educativo a que docentes y estudiante presenten concepciones de ciencia reduccionistas, descontextualizadas que poco aportan al desarrollo científico.
Los conocimientos científicos cada vez son más amplios y difícilmente serán almacenados en la memoria, esto conlleva a buscar una didáctica que permita al estudiante comprender las operaciones y principios implicados en una situación, que posibilite la creación de respuestas más convenientes y a la vez logre cambios conceptuales.
Varios trabajos (Gil et al., 1994; Petrucci y Dibar, 2001; Gutiérrez, 2004) señalan la relación existente entre las concepciones epistemológicas de los maestros de ciencias y las que desarrollan sus alumnos, es decir, la visión de éstos se ve afectada por la de los docentes. Algunos (Billeh y Malik, 1977; Rowell Cawthron, 1982; Abell y Smith, 1994) mencionan que los estudiantes tienen, de manera similar a sus profesores, una visión inductivista o realista de las ciencias; sin embargo otros trabajos, como el de Lederman (1992), plantean que las conductas instruccionales de los docentes influyen más sobre las creencias estudiantiles sobre la naturaleza de la ciencia, que las propias concepciones de los profesores.
Las concepciones de los profesores sobre la ciencia y el conocimiento científico son similares a las que mantienen los alumnos. Entre las concepciones inadecuadas de los profesores sobre la ciencia y el conocimiento científico, diversos autores destacan las siguientes [Gil, 1994a]; [Gustafson y Rowell, 1995]; [Gil, 1994]; [Gil y Martínez-Torregrosa, 1999]:
CONCEPCIONES DE CIENCIAS NATURALES
Visión empirista y ateórica: según la cual la evidencia experimental es la fuente fundamental del conocimiento científico. Una concepción que resalta el papel de la observación y de la experimentación "neutras" (no contaminadas por ideas apriorísticas), e incluso del puro azar, olvidando el papel esencial de las hipótesis como focalizadoras de la investigación y de los cuerpos coherentes de conocimientos (teorías) disponibles, que orientan todo el proceso.
Visión rígida: excesivamente algorítmica con una reducción de la investigación a una receta simplista con énfasis en los "métodos". Se presenta el "Método Científico" como un conjunto de etapas a seguir mecánicamente. Se resalta, por otra parte, lo que supone tratamiento cuantitativo, control riguroso, etc., olvidando -o, incluso, rechazando- todo lo que significa invención, creatividad, duda.
Visión aproblemática y ahistórica: no se relacionan los conceptos y principios científicos con los problemas que los originaron. Se transmiten conocimientos ya elaborados, sin mostrar cuáles fueron los problemas que generaron su construcción, cuál ha sido su evolución, las dificultades, etc., ni mucho menos aún, las limitaciones del conocimiento científico actual o las perspectivas abiertas
Visión acumulativa, lineal: no tiene en cuenta las crisis, remodelaciones y retrocesos por los cuáles pasan los conocimientos científicos, el desarrollo científico aparece como fruto de un crecimiento lineal, puramente acumulativo ignorando las crisis y las remodelaciones profundas, fruto de procesos complejos que no se dejan ahormar por ningún modelo definido de cambio científico
Visión exclusivamente analítica: resalta la necesaria parcelación inicial de los estudios, su carácter acotado, simplificatorio, pero que olvida los esfuerzos posteriores de unificación y de construcción de cuerpos coherentes de conocimientos cada vez más amplios, o, el tratamiento de problemas "puente" entre distintos campos de conocimiento que pueden llegar a unirse, como ha ocurrido tantas veces.
Visión individualista y elitista: Los conocimientos científicos aparecen como obra de genios aislados, ignorándose el papel del trabajo colectivo, de los intercambios entre equipos... En particular se deja creer que los resultados obtenidos por un sólo científico o equipo, pueden bastar para verificar o falsar una hipótesis o, incluso, toda una teoría.
Visión descontextualizada, socialmente neutra: Se olvidan las complejas relaciones entre ciencia, tecnología y sociedad (CTS) y se proporciona una imagen de los científicos como seres "por encima del bien y del mal", encerrados en torres de marfil y ajenos a las necesarias tomas de decisión
Cada una de las concepciones anteriormente mencionadas ha influido de manera significativa en nuestros estudiantes, llevando a que se proponga hoy en día llevarlos a cambios conceptuales que permitan aprendizajes significativos , y es donde las reflexiones epitesmológicas que realicen los docentes y que impliquen cambios en la actividad escolar son fundamentales.
Gallego y Gallego (2006), además nos resalta la importancia de ver la ciencia como una construcción de los seres humanos, para lo cual las consideraciones al interior del pensamiento didáctico, en el sentido de que la práctica científica lleva en sí una serie de intencionalidades que tocan con lo ético y que conducen a reflexionar sobre las consecuencias de lo que los científicos producen, por lo que la ciencia no puede seguir siendo vista bajo las concepciones anteriormente mencionadas por los estudiantes, dado la relevada importancia de los avances científicos y tecnológicos que tiene para la sociedad en general que se ve a diario inmersos en ellos.
Es por esto que concebir al profesor como un agente que toma decisiones, reflexiona, emite juicios, tiene creencias, actitudes, entre otras actividades ha sido fundamental para que además de reconocer al profesor como un profesional reflexivo e intelectual comprometido Perafán y Aduriz (2005) se contribuya al diseño de curriculos flexibles, reflexiones pedagógicas y prácticas pedagógicas acordes con la necesidad de concebir en los estudiantes una visión critica, reflexiva, en constante provocación y sujeta a cuestionamientos de la ciencia.
BIBLIOGRAFIA
Abell, S. y Smith D. (1994). “What is science?: Preservice elementary teachers’ conceptions of the nature of science”, International Journal of Science Education, 16 (4), 475-487.
Billeh, V. y Malik, M. (1977). “Development and application of a test on understanding the nature of science”, Science Education, 61, 559 -571.
Gallego, Patricia; Gallego, Romulo. (2006). Acerca de la Didáctica de las Ciencias de la Naturaleza. Una disciplina conceptual y metodológicamente bien fundamentada. Ed Magisterio. Bogotá.
Gil, D. et al. (1994). Formación del profesorado de las ciencias y las matemáticas: tendencias y experiencias innovadoras, Madrid: Editorial Popular.
Gil, D. (1994b) Diez años de investigación en Didáctica de las Ciencias. Realizaciones y perspectivas. Enseñanza de las Ciencias, 12, 154-164.
Gil, D.; Martínez-Torregrosa, J. (1999) ¿Cómo evaluar si se "hace" ciencia en el aula?. Alambique, 20, 17-27.
Gutiérrez, R. (2004). “La formación del profesorado. Incorporación del estudio de los sistemas de creencias básicas –epistemología y ontología– en su preparación integral”, en Ruiz y Primero (comps.), El campo de la formación docente en el posgrado en educación.
Gustafson, B.J.; Rowell, P.M. (1995) Elementary preservice teachers constructing conceptions about learning science, teaching science and the nature of science. International Journal of Science Education, 17, 589-605.
Perafan, Gerardo; Aduriz, Agustín. (2005). Pensamiento y Conocimiento de los Profesores. Debates y Perspectivas internacionales. Universidad Pedagógica Nacional.
Petrucci, D; Dibar, M. C. (2001). “Imagen de la ciencia en alumnos universitarios: una revisión y resultados”, Enseñanza de las Ciencias, 19 (2), 217-229.
Rowell, J. y Cawthron, E. (1982). “Images of science: and empirical study”, European Journal of Science Education, 4, 79-94.
sábado, 17 de mayo de 2008
¿SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO O CONOCIMIENTO DE LA SOCIEDAD?
En una sociedad que requiere estar al día con cada uno de los retos que impone la tecnología, la información, el conocimiento cambiante y sujeto a reestructuraciones, han llevado a que la educación este sujeta a la necesidad de tener una complejidad de relaciones que le permitan asumir nuevos roles algunos más activos y participativos que otros, es en estas situaciones que nuestros estudiantes ya no ven al docente como aquella persona que posee el conocimiento, ya se encuentran con muchas herramientas que han llevado solo si el docente así lo permite de alguna manera a ser desplazado de su papel central en lo que llamamos sociedad del conocimiento, entendiendo que la educación se inserta de una manera directa en esta definición que se ha venido constituyendo como una figura central en ámbitos políticos, educativos, culturales, de desarrollo científico y en general de todos los aspectos que involucran al individuo que hace parte de una sociedad.
La sociedad del conocimiento como nos lo afirma Millán [1] es un realidad que se nos presenta dominante y huidiza que no nos ha permitido reflexionar y analizar sobre los márgenes de acción a los que esta definición nos esta llevando, es más no nos ha llevado aún y espero esto no sea tomado como una mirada negativa y de critica nada constructiva, sino por el contrario, sea analizada bajo un lente más amplio que nos lleve a tomar acciones y a jugar un papel que se haga más fundamental para lo que en el titulo del presente ensayo trato de explicar, y es el hecho de que estamos inmersos en una sociedad del conocimiento que aún no posee el conocimiento, ya que solo se adquiere de una manera desordenada y poco debatida, a pesar de las múltiples formas de encontrar información la sociedad y en especial aquellos estudiantes que asisten a nuestras aulas y que en su gran parte del tiempo pasan frente a un computador, navegando en el ciberespacio, llenándose de información de páginas a las que acuden no con el fin de ampliar su conocimiento, sino con el fin de dominar los medios tecnológicos y estar al día con lo que se impone, pasa a ser una moda, algo necesario para ser parte activa en la sociedad en la que se encuentre.
Esto ha llevado a que el ser humano, un buscador de sentido, surgido de la innata sed humana de comprender el mundo, pierda este horizonte, aquella etapa de los por que, la cual es tan importante para satisfacer las necesidades y desarrollar el pensamiento cognitivo, este poco desplegada, pero esto y estoy muy de acuerdo con lo que afirma Cubides Olga[2], no requiere como solución inmediata un rompimiento del despliegue técnico en la sociedad, ni retroceder a sociedades primitivas, por el contrario, lo que se necesita es un espacio para poder pensar y desligarse, contemplar y reflexionar sobre aquello que nos afecta, esto nos lleva a saborear la evidencia de existir, a no ser solo consumidores dependientes de la tecnología, sino ir más allá, una visión de producción, de derrotar brechas generacionales y tecnológicas, a ello nos debe llevar la sociedad del conocimiento.
Una sociedad que en lugar de aumentar las diferencias en las clases sociales, nos permita a todos acceder al conocimiento, en donde por medio de la tecnología y sus avances, podamos mejorar nuestras condiciones de vida, nuestras relaciones sociales, el medio ambiente que nos rodea, el desarrollo de la cultura y los intercambios comerciales que nos lleven no ha depender sino a tomar un papel activo en la sociedad del conocimiento.
En la sociedad del conocimiento y del aprendizaje, las comunidades, empresas y organizaciones avanzan gracias a la difusión, asimilación, aplicación y sistematización de conocimientos creados u obtenidos localmente, o accesados del exterior. El proceso de aprendizaje se potencia en común, a través de redes, empresas, gremios, comunicación inter e intrainstitucional, entre comunidades y países. Una sociedad de aprendizaje significa una nación y unos agentes económicos más competitivos e innovadores; también eleva la calidad de vida a todo nivel. Se puede señalar que una Sociedad del Conocimiento tiene dos características principales:
La primera es la conversión del Conocimiento en factor crítico para el desarrollo productivo y social;
La segunda, el fortalecimiento de los procesos de Aprendizaje Social como medio asegurar la apropiación social del conocimiento y su transformación en resultados útiles, en donde la Educación juega el papel central. [3]
De las características antes mencionadas, es importante tener en cuenta que así como la educación juega un papel central, no es fácil cuando la educación es marginada y convertida en un negocio mal manejado, al cual poco se le invierte, pero si se le requiere obtener buenos resultados, permitiendo de esta manera que la educación no cuente con los mínimos necesarios para generar sociedades competitivas e innovadoras.
En tanto sumen millones e incluso cientos de millones los seres humanos para quienes nada significan las gigantescas cantidades de datos y otras formas de información almacenadas y transmitidas, a causa, digamos, de carecer de la más elemental educación, no podrá hablarse con seriedad de una sociedad del conocimiento.
[1] Millan, José Antonio. La lectura y la Sociedad del Conocimiento. La Factoria. N° 19.
[2] Cubides, Olga. Agencias de Sentido. Las Agencias de Sentido en la Construcción de la Sociedad del Conocimiento.
[3] http://personales.com/venezuela/merida/gepsea/sc.htm
La sociedad del conocimiento como nos lo afirma Millán [1] es un realidad que se nos presenta dominante y huidiza que no nos ha permitido reflexionar y analizar sobre los márgenes de acción a los que esta definición nos esta llevando, es más no nos ha llevado aún y espero esto no sea tomado como una mirada negativa y de critica nada constructiva, sino por el contrario, sea analizada bajo un lente más amplio que nos lleve a tomar acciones y a jugar un papel que se haga más fundamental para lo que en el titulo del presente ensayo trato de explicar, y es el hecho de que estamos inmersos en una sociedad del conocimiento que aún no posee el conocimiento, ya que solo se adquiere de una manera desordenada y poco debatida, a pesar de las múltiples formas de encontrar información la sociedad y en especial aquellos estudiantes que asisten a nuestras aulas y que en su gran parte del tiempo pasan frente a un computador, navegando en el ciberespacio, llenándose de información de páginas a las que acuden no con el fin de ampliar su conocimiento, sino con el fin de dominar los medios tecnológicos y estar al día con lo que se impone, pasa a ser una moda, algo necesario para ser parte activa en la sociedad en la que se encuentre.
Esto ha llevado a que el ser humano, un buscador de sentido, surgido de la innata sed humana de comprender el mundo, pierda este horizonte, aquella etapa de los por que, la cual es tan importante para satisfacer las necesidades y desarrollar el pensamiento cognitivo, este poco desplegada, pero esto y estoy muy de acuerdo con lo que afirma Cubides Olga[2], no requiere como solución inmediata un rompimiento del despliegue técnico en la sociedad, ni retroceder a sociedades primitivas, por el contrario, lo que se necesita es un espacio para poder pensar y desligarse, contemplar y reflexionar sobre aquello que nos afecta, esto nos lleva a saborear la evidencia de existir, a no ser solo consumidores dependientes de la tecnología, sino ir más allá, una visión de producción, de derrotar brechas generacionales y tecnológicas, a ello nos debe llevar la sociedad del conocimiento.
Una sociedad que en lugar de aumentar las diferencias en las clases sociales, nos permita a todos acceder al conocimiento, en donde por medio de la tecnología y sus avances, podamos mejorar nuestras condiciones de vida, nuestras relaciones sociales, el medio ambiente que nos rodea, el desarrollo de la cultura y los intercambios comerciales que nos lleven no ha depender sino a tomar un papel activo en la sociedad del conocimiento.
En la sociedad del conocimiento y del aprendizaje, las comunidades, empresas y organizaciones avanzan gracias a la difusión, asimilación, aplicación y sistematización de conocimientos creados u obtenidos localmente, o accesados del exterior. El proceso de aprendizaje se potencia en común, a través de redes, empresas, gremios, comunicación inter e intrainstitucional, entre comunidades y países. Una sociedad de aprendizaje significa una nación y unos agentes económicos más competitivos e innovadores; también eleva la calidad de vida a todo nivel. Se puede señalar que una Sociedad del Conocimiento tiene dos características principales:
La primera es la conversión del Conocimiento en factor crítico para el desarrollo productivo y social;
La segunda, el fortalecimiento de los procesos de Aprendizaje Social como medio asegurar la apropiación social del conocimiento y su transformación en resultados útiles, en donde la Educación juega el papel central. [3]
De las características antes mencionadas, es importante tener en cuenta que así como la educación juega un papel central, no es fácil cuando la educación es marginada y convertida en un negocio mal manejado, al cual poco se le invierte, pero si se le requiere obtener buenos resultados, permitiendo de esta manera que la educación no cuente con los mínimos necesarios para generar sociedades competitivas e innovadoras.
En tanto sumen millones e incluso cientos de millones los seres humanos para quienes nada significan las gigantescas cantidades de datos y otras formas de información almacenadas y transmitidas, a causa, digamos, de carecer de la más elemental educación, no podrá hablarse con seriedad de una sociedad del conocimiento.
[1] Millan, José Antonio. La lectura y la Sociedad del Conocimiento. La Factoria. N° 19.
[2] Cubides, Olga. Agencias de Sentido. Las Agencias de Sentido en la Construcción de la Sociedad del Conocimiento.
[3] http://personales.com/venezuela/merida/gepsea/sc.htm
El mundo Fascinante de la Ciencia
En este portal pretendo junto con todos mis estudiantes, mostrar que las ciencias naturales son una disciplina enriquecedora y fascinante por las multiples formas que tenemos de verlas, no olvidemos que el amor que le pongamos a lo que hacemos, nos permite convencernos y apasionarnos no solamente nosotros sino a los que nos rodean, por eso estudiantes y profesores pueden tener la oportunidad de estar aportando a apasionarnos y a conocer más del maravilloso mundo de las ciencias naturales.
Epezemos por participara y aprender nuevas formas de dar a conocer nuestros pensamientos, nuestras acciones, eso tambien es hacer ciencia.
Epezemos por participara y aprender nuevas formas de dar a conocer nuestros pensamientos, nuestras acciones, eso tambien es hacer ciencia.
Etiquetas:
Ciencia- Conocimiento- Didáctica
Suscribirse a:
Entradas (Atom)